Encuentro Técnico CCI: La importancia de fortalecer el capital humano para un buen desarrollo de la construcción industrializada

15 septiembre 2024

Distintas miradas para un mismo objetivo. Así podría resumirse el último encuentro técnico, en que representantes de empresas como Promet, Icafal y Santa Magdalena relataron cómo están preparando a su capital humano para el desafío de posicionar la industrialización, con un contexto entregado por el CTEC.

El pasado 5 de septiembre se desarrolló un nuevo Encuentro Técnico CCI, esta vez denominado “Capital humano para la construcción industrializada”. Moderado por Pabla Ortúzar, vicepresidenta del CCI, el evento contó con destacados expertos que contaron cómo están abordando la capacitación de sus colaboradores para que puedan optimizar el desarrollo de un modelo industrializado.

Daniela Vázquez, gerente del Programa Construye Zero del CTEC, caracterizó la matriz de roles y capacidades que se esperan del capital humano en el contexto del desarrollo de los métodos modernos de construcción (MMC). Para comentar los roles y capacidades, la profesional se refirió al documento técnico elaborado por el CCI llamado: «Informe Definición de una Matriz de Roles y Capacidades del Capital Humano para la Construcción Industrializada», el cual establece 5 roles, que abordan un total de 52 capacidades generales, necesarias para los 5 procesos del ciclo de vida de un proyecto. “Esos cinco roles tienen que ver con la dirección, la gestión, la coordinación, la ejecución y la revisión. En esa línea, los roles nos permiten definir estas funciones y responsabilidades. No son nuevos cargos, la idea no es que nos llenemos de nuevos cargos para la industrialización”, aclaró Vásquez, quien agregó que estos roles se deben ir adaptando y complementando con los ya existentes.

En términos generales, el gestor en Construcción Industrializada “está encargado de liderar la implementación de una estrategia que incluya la construcción industrializada”, la coordinación en construcción industrializada busca “estar revisando que tengamos la información correctamente coordinada”; la ejecución “tiene que ver quienes están en planta y nos permiten ayudar a hacer la fabricación de los elementos”; mientras que la revisión “tiene que ver con examinar y verificar el cumplimiento, por ejemplo, de normativas, de la calidad de información”. 

Fabiola Bravo, gerenta de Gestión de Personas y Sostenibilidad; y Luciano Díaz, gerente de Industrialización e Ingeniería, ambos representantes de Promet, se refirieron a la cultura colaborativa. Mientras la gerenta explicó que desde que pasaron a ser parte del Grupo Cintac proponen una cultura diferenciada. Para ello, llevan un proceso de transformación, que a nivel de capital humano se ha traducido en que “iniciamos un proceso de acompañamiento en la gestión del cambio, esto significa que tenemos un modelo ya operativo desde el año pasado, proceso que estamos gestionando a través de cuatro pilares fundamentales: el liderazgo, la comunicación, las capacidades y los procesos internos”. Actualmente, el objetivo de Promet es cambiar “la forma de habitar de las personas que habitan nuestros espacios modulares y definimos seis pilares fundamentales para este propósito, que incluyen la sostenibilidad, la innovación, la industrialización, las personas, el déficit de vivienda y la digitalización”, explicó. 

Por su parte, Díaz quiso plantear algunas preguntas sobre cómo la cultura de la empresa impacta en el desarrollo de las soluciones modulares o industrializadas. “Vimos que era fundamental, que posibilita la innovación desde el levantamiento de la necesidad del mandante, esto es súper relevante porque nos permite a través de todas las personas que trabajan, entender que la innovación es un atributo y que requiere de espacio y tiempo, y principalmente, satisfacer las necesidades del cliente. Esta cultura efectivamente y este trabajo colaborativo genera y posibilita la innovación”, destacó. 

Luego vino el turno de Sebastián Guevara, jefe de Innovación de Icafal, quien se refirió a los distintos roles durante las etapas de un proyecto industrializado. El ejecutivo resaltó las diferencias entre los conocimientos y habilidades que hay en el modelo de construcción tradicional versus el industrializado. “Respecto a los conocimientos, hay que saber sobre los códigos y los estándares de diseño, sobre nuevos materiales, los productos y sistemas, también metodologías (…) procesos de producción, tecnologías actuales y emergentes, seguridad en el izaje. Respecto a las habilidades vitales, se identifica que hay que tener buena comunicación, capacidad de resolución de problemas, trabajar en equipo, lo que para la cadena de valor completa es muy importante, también tener atención a los detalles de los procesos, enfocarnos en el cliente, adaptabilidad, resiliencia y organización”, precisó. 

Para ilustrar estas diferencias, relató cómo Icafal había vivido la experiencia de demorarse un par de horas a tan sólo 20 minutos en la instalación de escaleras prefabricadas, ventaja que atribuye “al trabajo en equipo, la transferencia de conocimientos y las recomendaciones entre pares”. 

El cierre estuvo a cargo de Gian Capurro, gerente general de Constructora Santa Magdalena, donde el capital humano para la industrialización se está gestionando a través de la incorporación de mano de obra no tradicional, especialmente en mujeres de un amplio rango etario y jóvenes egresados de establecimientos técnicos. “Tomar una mano de obra que no es la habitual, vino con la escuela de formación interna, porque había que incorporar habilidades complementarias al talento de las personas, entonces Santa Magdalena desarrolló en su línea interna, con monitores seleccionados por su habilidad y conocimiento, trabajadores para formar personas en oficio y en formación especializada”, detalló. 

Este proceso ha ido de la mano de dos preceptos orientales, kaizen e ikigai, que apuntan a la mejora continua de los procesos productivos, la optimización de los tiempos, la reducción de las pérdidas y la gestión eficiente de espacio aumento de rendimiento, mientras se le da un propósito al trabajo, mejorando la motivación y compromiso de los empleados. Asimismo, reconoció que no sólo construyen casas, sino que calidad de vida, por lo que en el último tiempo la empresa adoptó la filosofía de la cosmovisión mapuche: KÜME MOGEN, “concepto que es buen vivir, es bien rica la filosofía mapuche desde la cosmovisión, es muy poco conocida y Chile necesita tener identidad reforzada y eso somos todos”. Añadió que no solamente adoptaron esta filosofía mapuche para dar buen vivir a sus clientes, sino que también “lo incorporamos para dar buen vivir hacia nuestros trabajadores y equipo humano”, por lo que “para el impacto de la eficiencia operativa de Santa Magdalena, la filosofía es fundamental”, afirmó.

El informe «Definición de una Matriz de Roles y Capacidades del Capital Humano para la Construcción Industrializada» está disponible AQUÍ

El Encuentro Técnico se puede revisar aquí: