El Mundial de la Construcción presenta nueve grandes propuestas para afrontar el reto de la descarbonización
16 julio 2022El 12 de julio, la ‘Gira sobre la descarbonización en el sector de la construcción’ (‘Low Carbon Construction Tour’) ha hecho parada en Madrid. Esta iniciativa del Mundial de la Construcción (la plataforma que aglutina las ferias parisinas Batimat, Ideobain e Interclima) está recorriendo diez países europeos y africanos para dar a conocer nueve grandes propuestas con las que reducir la huella de carbono en esta industria. Catherine Rousselot, directora de Marketing y conferencias del Mundial de la Construcción, y Daniel Anka, presidente del Grupo Anka y vicepresidente de Aeded (Asociación Española de Demolición, Descontaminación, Corte y Reciclaje) han sido quienes han compartido estas ideas con la prensa española.
El Mundial de la Construcción, la plataforma que reúne las ferias Batimat, Ideobain e Interclima, se celebrará en el recinto ferial Paris Expo Porte de Versailles del 3 al 6 de octubre de 2022, ocupando una superficie de más de 140.000 m2 en seis pabellones (solo Batimat ocupará cuatro de ellos). Según los datos aportados por la organización, la edición de este año contará con más expositores que la del 2019 (en torno a 1.700), con el regreso además de grandes firmas internacionales. El cambio de ubicación del Mundial, con un espacio más limitado, ha llevado a estandarizar el tamaño de los stands, no pudiendo superar los 99 m2 ninguno de ellos. Esto también va en línea con aquellas empresas expositoras que solicitaban reducir sus inversiones en ferias así como disminuir la generación de residuos en el diseño de los stands.
Evidentemente, la presencia de expositores internacionales se verá mermada por las limitaciones a los viajes que sufren hoy en día muchas empresas chinas, si bien es cierto que se compensará con la asistencia de un gran número de firmas de otros países, entre ellos España. También se está fomentando la visita de muchos profesionales de fuera de Francia, con la idea de superar los 63.843 asistentes extranjeros de 2019. Entre otras acciones para lograrlo, las invitaciones que se han cursado a 100 grandes arquitectos e influencers internacionales para que asistan a este encuentro.
El Hábitat en 2050
Aprovechando la celebración este año de una nueva edición, el Mundial de la Construcción ha organizado la ‘Gira sobre la descarbonización en el sector de la construcción’ por diez países europeos y africanos (se inició en Italia y se terminará en Turquía) para aportar los datos de un completo estudio que ha realizado del mercado inmobiliario en Francia y presentar sus nueve propuestas prácticas con las que afrontar el reto climático en la construcción. “La idea no es impartir lecciones a nadie sino aportar algo de luz ante los grandes retos que se nos plantean”, señalaba Catherine Rousselot.
Según este informe, la vivienda nueva genera en Francia 33 millones de toneladas de CO2 al año, y la vivienda ya existente, 74 millones. En total, entre construir y habitar, solo en en ese país, se vierten a la atmósfera 107 millones de toneladas de CO2. Por tanto, el objetivo para 2050 de que todas las viviendas sean autosuficientes energéticamente y de reducir un 86% estas emisiones (compensando el 14% restante con otras iniciativas) supone un desafío enorme. “Si queremos lograr este objetivo, tenemos que empezar a actuar desde ya, con transformaciones profundas que afectan a todos los profesionales”, añadía Catherine Rousselot.
Y estas actuaciones, según el Mundial de la Construcción, pasan por nueve propuestas que resumimos a continuación:
- Formación y contratación: reducir la gran carestía que hay en el sector de mano de obra cualificada, atrayendo nuevos profesionales formados en las nuevas tecnologías constructivas. Hace falta mucha más formación en rehabilitación energética. “En España, este es también un gran problema porque hemos perdido tanto cantidad como calidad en la masa de trabajadores de la construcción”, añadía Daniel Anka.
- Mayor presencia de la construcción industrializada: por sus ventajas a la hora de necesitar menos trabajadores, superar las inclemencias meteorológicas de la obra, reducir la huella de carbono (hasta un 40%) y aumentar la productividad (entre un 20% y un 30%). En Francia se marcan el objetivo de alcanzar un 20% de construcción industrializada en 2050 frente al 1% actual.
- Aceleración del proceso de rehabilitación de vivienda con un programa ambicioso y exigente. Supone pasar de las 20.000 viviendas/año que se rehabilitan actualmente en Francia a 500.000 viendas/año. Hay que renovar el 70% del parque inmobiliario francés. Para ello, como señalaba Daniel Anka, es un factor clave aprovechar y gestionar bien los Fondos Next Generation europeos.
- Descarbonización del hormigón. No se propone prescindir de este material en la edificación sino de ayudar a los industriales a descarbonizar su proceso de fabricación, ya que es uno de los grandes responsables de las emisiones de CO2. Para ello hay que apostar por la tecnología, por la gestión y por el ecodiseño.
- Uso de fuentes energéticas descarbonizadas: Pasar de tasas cercanas al 22% de consumo de Energías renovables en los edificios en Francia a objetivos próximos al 33%. En Francia, hoy tan solo el 11,7% de su energía primaria procede de fuentes renovables y el 67% de esta corresponde a la quema de madera.
- Apuesta por la construcción en madera, por las ventajas que ofrece este material como sumidero de CO2. De hecho se estima que una vivienda con estructura de madera capta entre 71 y 80 kg de CO2e/m2. Hoy tan solo el 6% de las nuevas viviendas en Francia se hacen en madera y el objetivo es alcanzar el 30%. Como bien apuntaba Daniel Anka, esto no supone despoblar nuestros bosques sino que tiene que haber detrás una buena política de reforestación.
- Construcción con materiales de origen biológico, como paja, cáñamo, etc, que también suponen un buen sumidero de carbono. Especialmente interesante en las estructuras de aislamiento. Además, son materiales biodeagradables al final de su vida últil, lo que resuelve el enorme reto de la gestión de residuos.
- Mayor uso de la biomasa. Pasar de las 4,7 Mtep consumidas actualmente en Francia a cerca de 7,4 Mtep, lo que supondría una reducción de 5,7 Mt CO2.
- Vegetalización de las ciudades: Desde hace unos años, 50 grandes ciudades francesas, incluida París, fomentan políticas encaminadas a plantar dos árboles por cada 100 habitantes. Si se alcanzara un 6% de tejados vegetalizados, se lograría reducir entre 1 y 2 grados la temperatura en las ciudades, además de la mejora que se obtendría en la calidad del aire. Y con un objetivo más ambicioso de 1 árbol cada 100 habitantes, se reduciría la emisión de CO2 en 18 millones de toneladas al año.
En resumen y como concluía Catherine Rousselot, “la descarbonización en la construcción supone un gran reto tanto humano como tecnológico y a fecha de hoy es imposible predecir si se podrá seguir esta hoja de ruta, pero no hay razón para frenar ahora en el camino hacia ese gran objetivo”.
Fuente: Interempresas.net